La Entrega

Sin darme cuenta, sin apenas notarlo, me doy cuenta de que ya no me pertenezco. Que sólo soy lo que tú quieras que sea. Ya mi cuerpo no es mío, sino tuyo. Mis ojos, mi boca, mis pechos.....todo tuyo, igual que mi voluntad y mi alma. Igual que mi libertad.
Ya no soy libre porque te pertenezco y soy tu esclava. Esa esclavitud curiosamente hace que me sienta libre. He elegido este camino libremente y te lo entrego todo.
Desnuda, con el collar que indica tu posesión, de rodillas ante tí y la cabeza gacha, levanto los brazos y ofrezco mi esclavitud, tómala mi Amo, tómala y haz con ella lo que quieras.
Te quiero

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