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Zar y estrella_

UN AÑO JUNTO A MI AMO

UN AÑO JUNTO A MI AMO

¿Quieres ser mi sumisa?

            Así, tan sencillo. Y yo me asusté. ¿Cómo iba yo a imaginar todo lo que vendría después?

            Tenía miedo. Mi corazón estaba resentido y no quería volver a repetir. Y sin embargo, deseaba ser suya, quería entregarme a él. No entendía nada, pero yo quería pertenecerle.

            Mi mente luchaba desesperadamente contra él, me repetía mil veces que no, que no y que no, pero mi corazón me decía que sí, que sí y que sí. Y me fuí dejando llevar por el corazón, con miles de pasos atrás, pero me dejé llevar.

            Poco a poco la confianza se hizo mayor, hasta que cerré los ojos y dejé que me llevara de la mano. El me fue conduciendo con mimo, con cariño, con paciencia, cuidando de mí.

            Cuando le contesté que sí quería ser su sumisa, supe que me estaba entregando a alguien maravilloso, pero no sabía que era el mejor Amo del mundo, el mejor hombre del mundo. Y lógicamente, no tardé en descubrirlo.

            Aquel día que por fín íbamos a conocernos….. yo tenía los nervios a flor de piel.

            Recuerdo que estaba en aquella puerta esperándole. No podía mirar, ni moverme. Sólo esperar.

            Cuando noté su mano sobre mi hombro estuve a punto de desobedecer en todo, volverme, abrazarle, besarle….. Pero no podía y tuve que contener también la emoción.

            Y al ver sus ojos…… ¡¡qué ojos!!! ¡¡Qué guapo es!!!!

            Nos fuimos juntos a la casa y…. si aún hubiera podido quedar algún resquicio de duda o de miedo, se debió volatilizar al instante.

            Y lo empecé a sospechar. Mi entrega era total. “Nunca” me había entregado así  a nadie. Nos separamos, pero sólo físicamente, porque estoy siempre con él y él conmigo. Mi sospecha se fue aclarando poco a poco: él era mi único Amo. Pero no quise decírselo hasta que volviera a verlo y entonces mirándole a los ojos se lo soltaría.

            Y así fue. Volvimos a vernos. Volvimos a disfrutar de nosotros. Y se lo dije. Tenía miedo de que me rechazara. Que pensara que estoy “sacando los pies del plato” Temía que me dijera que no, que estoy sobrepasando los límites y que así no podía seguir conmigo. Pero yo tenía que decírselo, porque siempre seré sincera con él.

            Su reacción….. fue tan maravillosa que me costó un triunfo aguantar las lágrimas (estoy segura de que se dio cuenta)

            Pero ¡claro!.... aproveché la sorpresa que le había causado a él para rehacerme un poquito.

            Así que soy una sumisa que sólo pertenece a un Amo. Llevo mi collar con todo el orgullo del mundo dentro de mi corazón. Mi contrato es mi cuerpo y mi mente y ambos están al servicio de mi Amo. Mi alegría: él. Mi ambición: hacerlo feliz. Mi sueño: estar con él.

            “Siempre” seré suya.

            estrella{ZAR}

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